Homicidio imprudente o doloso. Atenuante de arrebato u obcecación. El abuso de superioridad
Palabras clave:
homicidio, dolo eventual, arrebato u obcecación, abuso de superioridadResumen
Imaginemos la presencia de personas en un local de ocio nocturno habitual. Varios consumidores, amigos entre sí, entran en el establecimiento y piden sus respectivas consumiciones. Tras entablar conversación con la camarera y tras la continua ingesta de alcohol, algunos de ellos, un tanto achispados, se empiezan a dirigir a la señorita con tono procaz e irrespetuoso. Al principio no parece otra cosa que un pequeño acoso sin importancia; pero pronto, ante la insistencia de los actos, sale, por detrás de la barra, desde un almacén colindante no visible en el exterior, el novio de la camarera, que es el dueño del local, e invita a los clientes a desalojar el pub.
No atienden al requerimiento del dueño y se acaloran, poco a poco, los ánimos de todos, llegando ya a un extremo de escaso control de sus voluntades; bien porque en unos casos el alcohol ha excitado más los ánimos si cabe; bien porque en otros, los nervios afloran ya con obstinada obsesión, especialmente en el novio de la camarera y dueño del local. A tal punto llega la discusión que, en un momento dado, el novio retorna al almacén, de donde vuelve a salir portando un arma semiautomática, en perfecto estado de funcionamiento. Con ella invita a los clientes a desalojar el local, dando por concluida la batahola y la bullanga y la procacidad de su comportamiento hacia su novia. Se dirige, asimismo, a un extremo del establecimiento y, ante la sorpresa de todos los presentes, efectúa tres disparos al aire que rebotan en el techo sin otra consecuencia. Prosigue la discusión porque no ceden los clientes en sus conductas, y ahora sí, desgraciadamente, vuelve a disparar varias veces, también hacia el techo, pero a una más corta distancia. Ahora un proyectil impacta en el corazón de uno de los clientes y muere en el acto.