Legítima defensa y recurso de revisión: testigos presenciales

Caso práctico

Resumen

ZZ tras abalanzarse con una navaja sobre XJ, le rajó la cara, surgiendo seguidamente una pelea, finalizando tras la intervención de varios testigos, transeúntes, no identificados, en el momento de la investigación policial y judicial, y de la policía, iniciándose las correspondientes diligencias judiciales, que tras su calificación, dieron lugar a la celebración de juicio oral, donde quedó acreditado que ZZ agredió a XJ, el cual no fue asistido en centro médico alguno, no interpuso denuncia. El juzgado de lo penal dictó sentencia condenando a XJ como responsable de un delito de lesiones, ya que no acreditó las lesiones sufridas desestimando la legítima defensa esgrimida por el mismo, ya que no propuso prueba ni se practicó ninguna tendente a demostrar sus manifestaciones, por entender que se trataba de una riña mutuamente aceptada. No obstante la presencia de testigos, ninguno compareció a declarar en el juicio oral por ignorar de quiénes se trataba. El condenado disconforme con la condena decidió recurrir.