Robo. Allanamiento de morada. Detención ilegal
Caso práctico
Resumen
El 25 de junio de 2000, Luis M.P.I., con otras tres personas con las cuales actuaba de común acuerdo, portadoras de varios cuchillos de considerables proporciones, se dirigieron al domicilio de J.M.M., sito en la calle de los Luises de Salamanca. Tras llamar a la puerta y entreabrirla el propietario, con un violento empujón lo desplazaron hasta el interior, accediendo todos ellos. En la morada de J.M.M., con una clara intención lucrativa, actuaron de la siguiente forma, distribuyéndose entre todos las distintas funciones a realizar: le conminaron a que se tumbara en el suelo, atándole de pies y manos y, convenientemente amordazado, lo sentaron en una silla. Le taparon la boca con cinta adhesiva. A continuación se dedicaron a recorrer las distintas estancias de la casa, sustrayendo cuanto de valor iban encontrando. Al cabo de unos minutos, al sonar el portero automático de la vivienda, decidieron salir inopinadamente, cruzándose en la escalera con la persona que subía al domicilio de J.M.M., abandonando en su marcha lo sustraído, pues en ese instante J.M.M., que lograba desatarse, comenzaba a chillar demandando auxilio.
Se da la circunstancia de que, próximo al lugar de los hechos, uno de los delincuentes tenía domicilio propio; por lo cual, al salir precipitadamente, se dirigieron a la nueva morada buscando refugio. Unos policías, alertados por los chillidos (y en funciones de investigación de otros hechos delictivos que nada tenían que ver con los presentes), al observar cómo corrían todos, intervinieron en la persecución, adentrándose en la casa donde llegaron con intención de esconderse, empujando la puerta antes de que el último de ellos consiguiera cerrarla, procediendo a detenerlos.
Luis M.P.I. permaneció inmovilizado durante unos 10 minutos aproximadamente.
