La tributación medioambiental

Resumen

Vivimos en un mundo que hemos convertido en fuente de obtención de recursos naturales y en vertedero del proceso de producción, por encima de sus posibilidades de absorción y de autorregeneración. En este contexto, el Derecho no puede, ni quiere, permanecer al margen de la realidad social y, en consecuencia, el medio ambiente se ha convertido en un bien jurídico protegido, al que los poderes públicos deben no sólo preservar, sino recuperar e, incluso, mejorar.

Una de las nuevas realidades con la que se encuentra el Derecho, en su afán por articular instrumentos que coadyuven a la protección del medio, es la enorme complejidad del problema ambiental, lo cual impone una respuesta integral, exigiéndose la aplicación de distintas técnicas jurídicas, ya provengan del ordenamiento jurídico-privado, del administrativo, o del Derecho penal. Hay una urgente necesidad de buscar técnicas económico-jurídicas, tendentes a completar las regulaciones existentes, y encontramos dos formas de conexión entre sistema tributario y medio ambiente, encaminadas a la búsqueda de una solución:

1. La introducción de nuevos impuestos referidos al medio ambiente, con un carácter específico, dirigidos a la lucha contra determinados tipos de contaminación.
2. La adaptación de las estructuras fiscales ya existentes a unos objetivos ambientales, pero que no tiendan únicamente a luchar contra la contaminación, sino a realizar una integración más efectiva entre determinados impuestos y el resto del sistema impositivo.