Productividad y eficiencia operativa en banca
Resumen
En nuestros días, es frecuente leer publicaciones en las que se resalta la necesidad de adecuar las estructuras productivas de la empresa española en términos de productividad, eficacia, competitividad, etc. El sector bancario no es ajeno a estas corrientes a tenor de lo acontecido en los últimos tiempos.
La evolución reciente del sector bancario denota evidentes signos de deterioro de los márgenes operacionales por el crecimiento progresivo de la competencia y la irrupción de nuevos productos (supercuentas, fondos de inversión, etc.) comercializados de forma muy agresiva. Así, resulta evidente que los ratios de costes operativos de la banca española son bastante superiores a los que presentan sus homólogos comunitarios, lo que, en principio, se considera una desventaja competitiva para afrontar el mercado único.
Con independencia de las matizaciones que pudiéramos realizar sobre la idoneidad y exactitud de las comparaciones banca española-banca comunitaria, es de todo punto evidente que los costes operativos tienen una incidencia directa sobre los niveles de rentabilidad final de la banca. Por ello, parece necesario e, incluso, imprescindible actuar eficazmente sobre los costes de transformación, adecuándolos a la evolución de los productos netos y encauzándolos por la senda de la racionalidad. A mi juicio, una adecuada estructura de gastos y costes tiene, no sólo, una elevada incidencia en la rentabilidad final de la empresa sino que, paralelamente, es un factor estratégico y competitivo diferencial.