Delito de atentado
Palabras clave:
atentado, uso de medio peligroso, coautoría, lesiones, penalidadResumen
Antonio, policía municipal, sobre las 23:30 horas del pasado 13 de febrero se encontraba franco de servicio paseando por la calle «XXX» de la localidad de «XXX», cuando al llegar a las inmediaciones de la confluencia de las calles «X» y «Z», se detuvo a su lado un vehículo del que bajó Lorenzo, mayor de edad, el cual había sido detenido por Antonio en diversas ocasiones como autor de diferentes delitos contra la propiedad. Así mismo, bajaron del vehículo Roberto y Pablo, mayores de edad, que se colocaron junto a Lorenzo en actitud amenazante, el cual tras acercarse a Antonio y espetarle que si se acordaba de él, le dio una bofetada en la cara a la par que comenzaba a proferir insultos. Ante la actitud de Lorenzo, Antonio le manifestó que tuviera cuidado con lo que hacía que se estaba buscando un problema, lo cual hizo que Lorenzo extrajera de sus ropas una navaja de 15 centímetros de hoja que colocó en su cuello, mientras que Roberto le sujetaba los brazos a la espalda inmovilizándole y Pablo procedía a registrarle los bolsillos apoderándose de un teléfono móvil valorado en 125 euros y un reloj valorado en 50 euros. Una vez despojado de dichos objetos, Lorenzo comenzó a producir diversos cortes con la navaja que portaba en los brazos a Antonio mientras decía en voz alta «ahora te vas a acordar de mí para una buena temporada madero de mierda». Al escuchar estas palabras, Pablo que desconocía la condición de policía municipal de Antonio, y observar los cortes que le producía comenzó a decirle a Lorenzo que no hiciera eso, que por qué no le había dicho que se trataba de un policía, y que solo iban a robar, interponiéndose repetidamente entre Antonio y Lorenzo para evitar la agresión, a la vez que procedía a devolver los objetos sustraídos a Antonio. Ante tal comportamiento, Roberto le propinó un fuerte empujón en la espalda, comenzando a insultarle y llamarle cobarde, diciendo que a los maderos había que tratarles de esta manera, pidiendo a Lorenzo que continuara, apoderándose nuevamente del teléfono y del reloj que Antonio tenía aún entre sus manos.