Detención ilegal de menores. Diferencia con la coacción

Abstract

El 25 de agosto de 2007, Julio invitó a Elisa, de 16 años de edad, a su domicilio, con el pretexto de realizar una fiesta. Llega Elisa el día y la hora convenida y transcurrido un tiempo acuden también otras personas conocidas o amigas de Julio. Cuando Elisa manifestó a Julio su intención de abandonar la vivienda, este se opuso, sacó una navaja y la increpó con palabras tales como: «Tú a callar»; «Tú no te mueves de aquí». Y agarrándola fuertemente del brazo la desplazó hasta una de las habitaciones, cerrando la puerta. Se fueron todos los invitados quedándose Pedro, amigo de Julio. A éste le confesó que había encerrado a Elisa en una habitación y que no tenía intención de dejarla marchar de momento. Pedro entraba y salía de la casa con naturalidad. Era plenamente consciente de la situación y en ningún momento animó a Julio a desistir, incluso parecía divertirse con lo ocurrido.

Durante dos días la menor se pudo mover por el interior de la vivienda, incluso uno de ellos salió de la casa, dirigiéndose hasta una cabina de teléfono para llamar a su familia, regresando después al domicilio de Julio, porque este la había amenazado seriamente.

Finalmente permitió que Elisa se fuera, acompañándola Pedro durante un tiempo, vigilándola y asegurándose de que tan solo entraba en su casa sin denunciar los hechos a la policía.