Aparcamiento de vehículos: nueva regulación
Caso práctico
Resumen
Pedro introdujo en una hora no precisada del día 8 de febrero de 2003 su vehículo Peugeot 106 en el aparcamiento subterráneo de la tienda de El Sastre Inglés, S.A. sita en la plaza Francesc Macià de Barcelona. Siendo las 13,10 horas de ese día y tras haber efectuado la compra de dos pijamas y de diversos productos alimenticios, Pedro que iba acompañado de su madre -titular de la tarjeta de compra El Sastre Inglés- regresó al parking para depositar la bolsa que contenía dicha compra en el maletero de su automóvil junto a unas alfombras que había adquirido horas antes en otro establecimiento, abandonando ambos a pie el recinto para almorzar en un restaurante cercano. De vuelta al sótano para retirar el vehículo, advirtieron que había sido forzada la cerradura derecha y sustraídos los efectos depositados en el maletero, lo que denunció por escrito Pedro en una hoja de reclamaciones del propio almacén a las 14,50 horas.
El propietario del turismo dañado y de la mercancía sustraída (el presupuesto de reparación de los daños en la cerradura asciende a 235,07 euros; las alfombras y los pijamas son valorados en 33, 74 y 78 euros respectivamente), tras el rechazo por el asegurador de una previa reclamación de responsabilidad económica, formuló de inmediato una demanda judicial contra la empresa titular del aparcamiento (El Sastre Inglés, S.A.), la cual le ha contestado arguyendo fundamentalmente la negligencia en que habría incurrido el usuario al dejar objetos de valor en el interior del turismo estacionado.
Son datos importantes para este caso los siguientes: el servicio de aparcamiento de este Centro comercial no es totalmente gratuito sino sólo sus dos primeras horas y el servicio de aparcamiento que ofrece El Sastre Inglés es accesorio, pues se usa sólo como medida de fomento de la actividad principal.
