La tributación de los bienes gananciales en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones

Resumen

El Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones ofrece un tratamiento tributario de los bienes gananciales que se caracteriza, por regla general, por resultar más gravoso que el que se otorga a otros bienes que corresponden a más de un titular.

Buena muestra de ello es, en primer lugar, el artículo 38 del RISD cuando establece que «en la donación por ambos cónyuges de bienes o derechos comunes a la sociedad conyugal se entenderá que existe una sola donación». Entendemos, sin embargo, que la donación de un bien ganancial debería originar dos hechos imponibles y, en consecuencia, dos liquidaciones por el ISD, de igual forma a lo que sucede cuando se dona un bien que pertenece en copropiedad a más de un sujeto.

Por otro lado, y a pesar de las dudas surgidas al respecto, consideramos que las aportaciones de bienes privativos a la sociedad de gananciales deben calificarse como un acto no sujeto tanto al ITP como al ISD.

Finalmente, y por lo que se refiere al artículo 27 de la LISD, éste debe ser interpretado en sus justos términos de tal forma que sólo permite realizar una comprobación de valores sobre los bienes adjudicados, tras la disolución de la sociedad de gananciales, al cónyuge supérstite, ya que el ámbito de aplicación de este precepto se limita a los bienes que forman parte del caudal hereditario y no sobre el total de los bienes gananciales.

En definitiva, la tributación de los bienes gananciales resulta en ocasiones contraria a la propia finalidad con la que se creó la sociedad de gananciales.