Imprudencia. Delitos contra la seguridad de los trabajadores. Concurso ideal de delitos. Concurso de normas. Responsabilidad civil
Resumen
D. Luis H. H., administrador de la empresa AAA, S.L., de la que tiene el 90 por 100 de sus participaciones, que explotaba una fundición en el término de V., decidió la reparación del suelo de una de las naves de la fábrica, por debajo de la cual existe un paso de vagonetas sobre rieles por un túnel de 10 m. de longitud, 5 de anchura y una altura, en su punto medio, de 7,05 m., lugar de inflexión de una pequeña bajada de suelo del 2,5 por 100 de pendiente, desde donde se inicia una pequeña subida de las vías con una pendiente del 1,8 por 100. La reparación como comprendía la remoción del techo del túnel, hizo necesario el montaje de un andamio, concretamente, se montó uno de 4 m. de longitud y 1 m. de ancho, con cuatro cuerpos, cada uno de ellos con una altura que permitía alcanzar el techo del túnel, suelo de la nave, con una plataforma con barandilla para trabajar a esa altura, quedando algo inclinado debido a la concavidad del suelo, no siendo nivelado ni sujetado a ningún otro punto fijo de anclaje. La instalación se realizó por los cuatro peones empleados por AAA y dirigidos, personalmente, por D. Luis H., quienes debían realizar las obras de albañilería proyectadas. El día 12 de julio de 1999, cuando los trabajadores D. Pedro Z. G. y D. Rubén D. J. llevaban, aproximadamente, dos horas trabajando en lo alto del andamio, éste de improviso se inclinó y se desplomó lateralmente, arrastrando en su caída a D. Pedro y a D. Rubén, sufriendo, el primero, un traumatismo craneoencefálico que le produjo la muerte unas horas después y, el segundo diversas fracturas en pierna derecha y pie izquierdo, de las que sanó, tras dos intervenciones quirúrgicas, a los siete meses, quedándole como secuelas cicatrices residuales, atrofia de la pierna derecha y su deformidad anatómica y acortamiento de la misma pierna. D. Pedro, de 35 años, era viudo, vivía con su madre D.ª Beatriz V., que recibía una pensión de viudedad, y tenía una niña de 11 meses, Juana.