Sustracción de recién nacido

Resumen

Una mujer que padece cierto trastorno de la personalidad, psicopatía que no le impide querer y conocer y que tiene suficiente discernimiento como para discriminar lo que está bien de lo que está mal. Una mujer de estas características, con ciertas dificultades de elaboración de juicios reflexivos y de valoración del alcance de los actos que realiza, durante un tiempo (varios meses) hizo creer a su marido que se hallaba embarazada. La mentira se hizo extensiva a la familia y amistades. Llegó incluso a manifestar que visitaba con regularidad a un ginecólogo que controlaba su embarazo. Esta mujer, de manera convincente, generó la seria creencia de que iba a dar a luz. Sus comportamientos durante un tiempo, sus actitudes, fueron difundiendo, de manera creíble, a su alrededor su estado de gestación.

Necesitando justificar que daría a luz un hijo se dirigió hasta la maternidad de un centro hospitalario. Habló con una mujer embarazada, próxima al parto. Regresó a su domicilio. Pocos días después, conociendo que ya había nacido el hijo de esa señora, se adentró nuevamente en el hospital y, en un momento de descuido de la madre, se hizo con el recién nacido llevándoselo a su casa.

Al día siguiente, tras hablar con la verdadera madre, le manifestaba su intención de devolverle el hijo, aun cuando no sabía cómo hacerlo. No obstante, la entrega del recién nacido se produjo por la intervención de la policía que, a resultas de la llamada telefónica habida, se presentó en el domicilio de la mujer, la cual, permitiendo la entrada de los agentes sin oposición alguna, procedía a la devolución, comprobándose cómo el bebé se hallaba en perfecto estado y se le habían dispensado los cuidados adecuados.

Las investigaciones policiales ya habían sido iniciadas con anterioridad a la llamada de la mujer que se llevó al niño. No se habían iniciado las diligencias judiciales.