La regulación «no está en funciones»: Novedades «post-vacacionales» que marcan la agenda de la nueva reforma laboral

Resumen

En España sigue habiendo notables desequilibrios dentro de su mercado de trabajo, algunos de los cuales tienen como causa la deficiente regulación del mismo. Sin embargo, la extrema incertidumbre en torno a la constitución de un Gobierno de la Nación que padece este país, que dura ya prácticamente un año, está provocando una enorme parálisis en ese nuevo proceso de reformas. Pero esta pasividad política y legislativa no quiere decir que no haya un intenso activismo regulador en las relaciones de trabajo en este tiempo. Al contrario, en pleno periodo de vacaciones de verano, se vienen sucediendo numerosas novedades jurídicas en la regulación de las relaciones de trabajo en España. Buena parte de estos cambios se deben a los compromisos adquiridos con la Unión Europea y a la presión que las autoridades europeas están ejerciendo para promover una ordenación más equilibrada de nuestro mercado de trabajo. Esta presión no viene solo de la Comisión Europea –Gobierno económico y político de la Unión Europea–, sino también del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. En este sentido, de especial relevancia es el asunto relativo a la indemnización para la extinción de los contratos temporales, donde el TJUE ha sentado una doctrina, ciertamente muy parca y ambigua, que está causando un auténtico terremoto jurídico-social. También el Tribunal Supremo español se ha sumado a cumplir una función legislativa en materia de relaciones laborales, de modo que, al final, parece imprescindible que el nuevo Gobierno y el nuevo Parlamento, cuando estén realmente activos, asuman una nueva, la enésima, reforma laboral.