Aspectos laborales del Estatuto Básico del Empleado Público: de la convergencia a la «unificación» parcial de estatutos

Resumen

Las Administraciones y entidades públicas de todo tipo deben contar con los factores organizativos y de gestión que les permitan satisfacer el derecho de los ciudadanos a una «buena administración», tal y como se va consolidando en el espacio comunitario europeo, contribuyendo así decisivamente al desarrollo económico y social. Entre estos factores, y puesto que no son hoy meras «maquinarias burocráticas» para hacer cumplir un mar de leyes y reglamentos sino prestadoras de servicios, el más relevante sin duda es el personal al servicio de las AAPP. Pero todos sabemos que el sistema de empleo público español en absoluto está en condiciones de afrontar esos retos, pese a los notables esfuerzos realizados en los últimos años para su modernización, tan recurrentemente aludida como incumplida.

La Ley 7/2007, de 12 de abril, ha aprobado el Estatuto Básico del Empleo Público –EBEP– para tratar de crear un nuevo marco normativo que contribuya a poner solución a los «males» de la ordenación del trabajo público. Con ello no solo se daría respuesta a un mandato constitucional incumplido durante más de 25 años, sino que se buscaría corregir algunas de las principales deficiencias que tantas, y fundadas, críticas del conjunto de la sociedad ha provocado, que ve el régimen de los empleados públicos como el reflejo de la perpetuación de privilegios corporativos, más propios de otras épocas. Como siempre ocurre, ni el EBEP está en condiciones, por sí solo, de conseguir tan magno objetivo, ni tan siquiera hay certeza de que, tras los muchos e intensos desarrollos que requiere de las Comunidades Autónomas, lo vaya a conseguir.

Pero el EBEP contiene algunas novedades que no pueden desdeñarse. Tanto en relación a los derechos «laborales», individuales y colectivos de los funcionarios, como respecto de la regulación del personal laboral al servicio de las AAPP, pues el EBEP contiene aquello que es común tanto al conjunto de funcionarios como al personal laboral, al tiempo que regula, caóticamente eso sí, el «nuevo» régimen del personal laboral. Por eso, merece la pena dedicar un poco de tiempo a conocer con cierto detenimiento las principales aportaciones del EBEP respecto del Estatuto Profesional Común de los Empleados Públicos. La exposición de estas novedades y el comentario de los más importantes problemas aplicativos es lo que ofrece este trabajo, analítico y crítico a la vez.