El derecho a la identidad genética: un derecho problemático en el marco constitucional

Resumen

El derecho a la identidad genética se configura, en nuestro país, como un derecho amparado en el marco constitucional. Sin embargo, no es un derecho pacífico, ya que, con frecuencia, va a entrar en conflicto con otro derecho, también fundamental, cual es el derecho a la intimidad. En el marco de las técnicas de reproducción humana asistida, y con el texto legal en la mano, vemos cómo el derecho a la identidad genética, o sea, el poder conocer los orígenes biológicos, y tener acceso a estos datos genéticos, va a entrar en serios conflictos con el derecho a la intimidad de los donantes de gametos y preembriones, ya que la propia Ley de Reproducción Asistida, del año 2006, ampara y protege el derecho a la intimidad de esos donantes. En este conflicto de derechos, va a prevalecer el derecho a la intimidad, frente a otro derecho, igualmente fundamental, esencial para todo ser humano, para todo hijo, cual es el tener la posibilidad de saber quién es su progenitor.
El derecho a la identidad genética es, a mi juicio, un derecho fundamental, que debería enmarcarse junto a los otros derechos fundamentales que aparecen expresamente reconocidos y protegidos por nuestra Constitución. Nadie, hoy en día, creo yo que puede dudar de la importancia y trascendencia que supone para todo ser humano conocer quién es su padre y su madre. Es el derecho a la identidad biológica, a conocer las raíces de las que provenimos en cuanto seres humanos, es el derecho a conocer la historia personal.
A través del estudio de la Ley de Reproducción Asistida, se ve cómo este fundamental derecho no es protegido, al no estar ni siquiera reconocido en dicha polémica ley.