La nueva formulación del Pacto de Toledo: ¿la adaptación de la Seguridad Social a las nuevas realidades y demandas sociales?

Resumen

La aprobación en 1995 del Pacto de Toledo constituyó un elemento de primer orden, en cuanto implicó un gran consenso social y político sobre la valoración positiva del sistema de la Seguridad Social y, en especial, el sistema de pensiones, la defensa de sus características básicas, así como sobre de la necesidad de ir introduciendo en el mismo las reformas y adaptaciones que fuesen precisas para asegurar su viabilidad.

El propio Pacto de Toledo preveía, en su Recomendación 15.ª, que cada cinco años se efectuase una evaluación del mismo. A tal efecto, la Mesa del Congreso de los Diputados creó, con fecha 30 de mayo de 2000, una Comisión no permanente para la valoración de los resultados obtenidos por la aplicación de las recomendaciones del Pacto de Toledo y, en base a ello, estudiar su desarrollo de futuro, dentro de los criterios de estabilidad, sostenibilidad e igualdad de prestaciones para toda España, que permitiera garantizar la continuidad en la mejora del nivel de bienestar de nuestros pensionistas, con especial atención a las pensiones de menor cuantía.

Conforme a tales propósitos, la Comisión no permanente ha efectuado sus trabajos a lo largo de esta legislatura, que han concluido con la elaboración de un nuevo «informe», aprobado por el Pleno del Congreso de los Diputados, en su sesión del día 2 de octubre de 2003. Es, precisamente, el análisis de este Informe el objetivo básico de este trabajo.