Evaluación del desempeño. Una herramienta infrautilizada

Abstract

Respecto a la utilización de la evaluación del desempeño o del potencial humano por parte de los departamentos de Recursos Humanos, hay que constatar que se la ha infrautilizado durante largo tiempo y esto sigue ocurriendo en la actualidad. La mayoría de las empresas utilizan la evaluación como un medio de conocer la forma en que trabajan sus empleados y bonificar o penalizar a éstos según dichas evaluaciones. Debido a esto, la impresión que tiene el empleado es que las evaluaciones son un medio de juzgar su trabajo y son vistas con recelo.

Para que las evaluaciones tengan un sentido práctico para el empleado, hay que evitar que sean vistas como un juicio, y adquieran su verdadero valor, un instrumento que nos permita saber cuáles son las deficiencias de nuestro personal y podamos corregirlas a través de un plan de formación enfocado a la superación de esas necesidades.

Tras el estudio de diversas empresas españolas, se llega a la conclusión de que el mejor modelo de evaluación es aquel que recoge lo mejor de las prácticas que se están llevando a cabo. Ese modelo ideal sería el que separa por un lado la evaluación objetiva de los resultados empresariales y por otro una evaluación cualitativa de las competencias del personal. La primera sirve para la retribución según el grado de consecución de los objetivos marcados, y con la segunda se evaluarán las necesidades de formación de la compañía, eliminando así el miedo a las evaluaciones por parte del empleado, que ahora las verá como una posibilidad de mejora.