Derechos y deberes de los trabajadores y de los empresarios en las transmisiones de empresas según la nueva normativa comunitaria y el derecho interno español (la necesidad urgente de una reinterpretación)

Resumen

En la hora que nos ha tocado vivir, las «transmisiones de empresas» constituyen un fenómeno de la vida cotidiana y que puede considerarse inherente al funcionamiento de las economías de mercado. El mantenimiento de tales agentes económicos en funcionamiento interesa en términos macro y microeconómicos. Los trabajadores tienen intereses muy relevantes implicados en aquellas organizaciones productivas, se dice, sin duda con exageración, que jurídicamente se vinculan más a la empresa que al empresario, que sus derechos y deberes derivados de la prestación del trabajo han de referirse más a tales organizaciones que a sus titulares (los empresarios), por ello se ha entendido que la vigencia de los contratos de trabajo debe mantenerse con independencia de las transmisiones de aquellas organizaciones productivas, porque es necesario para que continúen en funcionamiento y porque es «de justicia» para quienes en ellas participan aportando e incorporando su trabajo. Por todo ello las consecuencias jurídico-laborales de las transmisiones de empresa han sido, de antiguo, objeto de específica regulación en los diferentes sistemas legales. Muy recientemente, mediante la Directiva 98/50/CE, se ha introducido un importante cambio en la regulación existente a nivel comunitario. Su trascendencia para nuestro Derecho interno no es discutible.