(In)culturas laborales y vida privada: El sentido del límite
DOI:
https://doi.org/10.51302/rtss.2014.3076Resumen
1. Hace un par de semanas tuve conocimiento de un debate en Alemania que me sorprendió mucho. Los socios de conveniencia en el actual Gobierno de la conocida y, en exceso, todo poderosa locomotora económica europea mantienen un pulso agrio en torno a lo que se conoce como «ley anti-estrés (Anti-Stress-Gesetz)». Mientras que los socialdemócratas alemanes –SPD–, que ocupan la cartera del Ministerio de Trabajo la apoyan entusiastamente, los conservadores –CDU–, encabezados por la «canciller de hierro» Angela Merkel, se oponen de manera férrea. Por supuesto, los sindicatos apoyan decisivamente la iniciativa y, en cambio, las patronales, se oponen con igual ahínco. Ante tal tensión cabe preguntarse ¿qué tiene de innovación reguladora y de cargas adicionales para las empresas tal Ley que tantos conflictos suscita?