Año nuevo, ¿vida nueva?: Gobernanza económica y «prosperidad socio-laboral» 2016
DOI:
https://doi.org/10.51302/rtss.2016.2000Resumen
1. Tradicionalmente aprovechamos los albores del nuevo año para ensayar un inventario de nuestros mejores «deseos» y «propósitos», para nosotros y para los demás. Tras haber recibido un inmenso caudal de auténtico «amor navideño», toca formular los más positivos augurios para cuantos/as nos rodean. Cambiarán las lenguas, incluso a veces la fórmula, pero siempre está presente –como los «amores de hoja perenne»– el deseo de «próspero Año Nuevo». Más allá, y sin perjuicio de sumarnos en este primer Editorial a esos deseos para todos/as nuestros/as lectores/as, lo que aquí realizamos con fruición, cabe adentrarse en esa senda de buenos propósitos en un plano más general, «macro-social». Y desde esa perspectiva, si hacemos caso del «supervisor financiero» español –convencido de ser el «cancerbero» de las esencias de «política económica» (neoliberal, claro)–, el Banco de España, así como de las «predicciones» de otras insignes instituciones de la «Gobernanza económica», «mundial» –FMI, OCDE– y «comunitaria» –Comisión Europea, la vieja «Troika» (aunque haya mutado nombre)– no parece que vaya a irnos mal como «economía desarrollada»: el ciclo expansivo iniciado hace dos años no solo ha salvado la desaceleración sufrida por otras economías en el 2015, sino que incluso seguirá, a un ritmo del entorno del 3 %, para 2016.