Retornos desde el contrato a la servidumbre (¿voluntaria?): cuatro relatos de lucha (judicial) contra la «condición precaria»
DOI:
https://doi.org/10.51302/rtss.2020.880Resumen
1. Sin solidaridad social, el riesgo es el retorno de la barbarie (aun digital). Hace tres décadas escribía Javier de Lucas, analizando la visión del sociólogo E. Durkheim (referente de la «división social del trabajo»), que la alternativa a una era de solidaridad social sería el retorno a una nueva era de barbarie. El tiempo que vivimos hoy es el de la era digital. El indudable gran progreso tecnológico que conlleva, asociando múltiples ventajas de progreso humano individual y social, alentaría también una evolución en la regulación que adapte, por lo que aquí interesa, las condiciones de empleo y de trabajo a los imperativos de esa nueva era de progreso digital. Las relaciones de trabajo se organizarían, pues, en torno al –tan augurado– nuevo estatuto del trabajo –digital– del siglo XXI. Por lo tanto, enlazando la modernidad de lo más iluminado del pensamiento jurídico-social –la evolución social hacia la solidaridad– con lo más innovador en la tecnología y la economía, asistiríamos a una «nueva era de división –internacional– del trabajo digital» que nos aboca a nuevos vínculos de solidaridad, esa alma esencial del derecho de la que hablara Durkheim.