Identidad europea, brechas de género y protección social: el Tribunal de Justicia de la Unión Europea desnuda persistentes discriminaciones indirectas por razón de sexo
DOI:
https://doi.org/10.51302/rtss.2019.1278Abstract
1. Acaban de tener lugar unas nuevas elecciones al Parlamento Europeo (26 de mayo de 2019), en un contexto de gran incertidumbre sobre el «futuro de la Unión» (UE) y su «proyecto integrador», sobre todo en su dimensión social. Tradicionalmente ignoradas por gran parte de la población, en estos comicios se habría producido una mayor participación ciudadana (no sería el caso de nuestros vecinos lusos, por ejemplo), si bien en países como España ha crecido la participación a raíz de su coincidencia con otras convocatorias (municipales y autonómicas), mejor valoradas por considerarlas más «relevantes» y «próximas» para los asuntos que «de verdad» les interesan. Asimismo, vuelve a la actualidad el interminable «divorcio británico» de la Unión Europea –UE– («brexit»), que ha «quemado» de momento a dos «premier» (de ambos sexos), el que planteó el referéndum de salida, perdiéndolo, contra todo pronóstico racional, y la que debía llevarla a cabo, fracasando 3 años después (el partido más votado al Parlamento Europeo en el Reino Unido es el que postula la salida). Una de las principales razones de ese divorcio institucional sería la voluntad de recuperar la soberanía reguladora, hurtada –al juicio de la mayoría, pírrica, pero mayoría– por la (pretendida) voracidad garantista del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Paradójicamente, y ya a la desesperada, la aún premier británica habría llamado a la oposición laborista, única que le puede dar la mayoría, a votar su (rechazado) plan, comprometiendo una regulación sobre «derechos a los trabajadores británicos análogos a los europeos». [...]