¿«Espíritu social», «técnica maquiavélica»?: el «derecho» que queda de las «leyes de viernes social» al desvanecerse su «humo político»
DOI:
https://doi.org/10.51302/rtss.2019.1336Abstract
1. «Trate […] un príncipe de vencer y conservar el Estado, que los medios siempre serán honorables y loados por todos», escribía Nicolás de Maquiavelo en su inmortal obra El Príncipe (capítulo XVIII). El célebre filósofo italiano nunca escribió la frase que por doquier se le atribuye, «el fin justifica los medios», existiendo mayor consenso historiador sobre el aroma napoleónico de la misma, que habría estampillado una versión aproximada en la última página de su ejemplar del aquel libro. Pero no es dudoso que el afamado politólogo comulgaba con un planteamiento de este tipo, que pone el acento en las virtudes de los resultados sobre las eventuales debilidades, carencias o vicios de las técnicas para llevarlas a cabo. Consecuentemente, el «principio de autoridad» (del príncipe) se legitimaría también por el de «legitimidad del fin» (propio de la sociedad, de la mayoría del vulgo según Maquiavelo). Es manifiesto que en un Estado constitucional de derecho esta concepción estaría viciada, en la medida en que el principio de legislación de autoridad ejecutiva (art. 86 Constitución española –CE–) debe someterse al principio democrático, formal –procedimientos adecuados– y sustantivo –social–. [...]