La nueva reforma laboral para la mejora del crecimiento económico y la calidad del empleo: ¿«Mucho ruido, pocas nueces»?
DOI:
https://doi.org/10.51302/rtss.2006.5845Abstract
La presencia de elevadas tasas de temporalidad representa uno de los rasgos más negativos del mercado de trabajo español, y lo es desde hace ya algo más de década y media. Para corregir este desequilibrio se vienen realizando, desde mediados de los '90, diversas reformas, unas pactadas y otras unilateralmente impuestas por el Gobierno de turno –del PSOE o del PP–. Al día de hoy, sin embargo, la situación es sustancialmente la misma: si en 1995 la media estaba en torno al 35 por 100, hoy está en torno al 33 por 100 de temporalidad.
Prestando atención a este doble dato, la resistente tasa de temporalidad y la existencia de reformas precedentes orientadas a corregirla, el Acuerdo formalizado el 9 de mayo de 2006 entre el Gobierno, los sindicatos más representativos y la patronal se presentó como un nuevo intento de mejorar significativamente la situación, avanzando en un cambio de rumbo, de modo que la «calidad» del empleo y no la «temporalidad» del mismo fuera la nota dominante. A penas un mes después, el Real Decreto-Ley 5/2006, de 9 de junio, para la mejora del crecimiento y del empleo, se ha propuesto introducir en nuestro ordenamiento jurídico las disposiciones necesarias para dar aplicación a las medidas previstas en el Acuerdo con el indicado objetivo de la estabilidad en el empleo. Básicamente, la nueva norma de rango legal afecta a la legislación reguladora de los Programas de Fomento de Empleo, a los que da una nueva ordenación, con novedades interesantes, aun manteniendo lo sustancial de programas precedentes, a la legislación laboral relativa a los contratos temporales, así como a la cobertura del FOGASA, y a la legislación de Seguridad Social.
La extraordinaria ambición del objetivo no es coherente con el carácter limitado de las reformas propuestas, estando presidida esta reforma por una extremada prudencia, quizás excesiva, lo que hace dudar de su eficacia. Desde esta perspectiva, ha sido más lo que ha quedado en el «tintero» del largo camino de reformas, iniciado hace ya más de año y medio, que lo que ha visto la luz en estos momentos. Otras reformas quedan aplazadas, aunque comprometidas en el Acuerdo, para tiempos futuros, más o menos inmediatos.
De todo ello da cuenta este trabajo. Los autores realizan una exhaustiva «disección» de la norma legal, ofreciendo un cuadro completo de las diferentes novedades. La exposición de cada una de las medidas de reforma analizadas se enriquece con un breve, pero ilustrativo, comentario tanto de las razones que explican el cambio como de los eventuales efectos de la misma, reseñando los principales problemas aplicativos y esbozando las soluciones que, a su juicio, pueden resultar de mayor utilidad para el mejor fin de tales reformas. Finaliza el trabajo con una particular reflexión de los autores en torno al grado de coherencia y de equilibrio que esta reforma presenta con relación a sus objetivos.