Frente al desempleo de larga duración: ¿Es adecuado un Programa «Extraordinario» para un problema «estructural»?

Resumen

1. El desempleo de larga duración en España comienza a adquirir un carácter «estructural» sin precedentes en nuestro mercado de trabajo. Algunas cifras generales de nuestro país son muy significativas: la duración del desempleo se ha incrementado desde aproximadamente cinco meses en 2008 hasta ocho meses en 2012 [OIT: Global Employment Trends 2014. Risk of a jobless recovery?, ILO, 2014]; en el segundo trimestre de 2014, el 62,1 % de los desempleados llevaban un año ininterrumpido o más en paro y casi un 42,4 % llevaba dos años o más. A pesar de la incipiente mejora en el crecimiento de nuestra economía, los datos macroeconómicos no se traducen en una «significativa» mejora en los datos de crecimiento del empleo. Y ello en un contexto de ralentización en el ritmo de crecimiento de la población activa (por desánimo, búsqueda de empleo en el extranjero o retorno a los estudios), lo que determina que las tasas de actividad sean también muy bajas. En el trasfondo de esta situación se hallan las peculiaridades de nuestra estructura productiva y el poco avance producido en el crecimiento de los sectores económicos tecnológicos y de mayor valor añadido. La falta de transformación de nuestro modelo productivo está siendo una rémora para alcanzar unos crecimientos sostenibles también en términos de crecimiento del empleo de calidad.